miércoles, 5 de julio de 2017

Sanando la relación con la Guerra.

Ares.


Es necesario rendirle homenaje a la sombra, es decir, reconocerle su puesto a todo eso que "cero no ser"
Después de tanto, se vuelve necesario decir algo acerca de la Guerra. Resulta urgente sanar la relación con la guerra. ¿Qué es? ¿Por qué existe? Que chistosa soy. Sigo dejándome seducir por este modo del lenguaje: la pregunta. Da igual la preguntadera, lo innegable es que…
Huele a guerra, a guerreros divinos y a egos sexys.


Se siente excitante. 
 La fuerza bruta es tan originaria que inevitablemente brilla, despierta, llama, agita, o como diría Nietzsche hace que “ardan los sentidos”. ¡Cuánto ardor! Pienso en la guerra de Troya y se me calienta todo, hasta mi dimensión metafísica arde, siento el fuego del instinto primitivo, me arde la memoria, me arde el inconsciente colectivo.
¡Guerra, guerra, guerra, una y otra vez, guerra! ¡Debemos sobrevivir, debemos matar al enemigo!
Que jodido esto de sentirse Jedi, pero al mismo tiempo mirar con deseo la piel ensangrentada y brillante del que lucha. Cuanto sudor, cuantas ganas, todas ofrendadas a la muerte y mientras las mujeres aquí, muriéndonos de ganas y de amor, de “furioso amor” Como lo llama Nietzsche. Hijos de Ares, ustedes que se han roto mil y un veces durante “la historia de la humanidad” ¿Qué hay de seductor en la lucha? ¿Quién eres guerrero? ¿A qué defiendes en el fondo mi querido?
Lo sé.
Definitivamente hay depredadores, lo acepto, y después de todo lo que he vivido durante los últimos meses, comprendo que de vez en cuando se hace inevitablemente necesario afrontar a la vida, no solo desde el pensar, sino también desde el impulso. Pero impulso no es igual a guerra, impulso no es igual a sangre, impulso es un hecho des-palabrado, in-razonado, desnudo, tan crudo como un gruñido o gemido: deseable.
Pero no es la guerra.
Yo me quiero catapultar a los brazos de Ares, impulsarme, elevarme hasta el corazón del gran guerrero, para que me haga el amor a mí y no al aire. Tanto impulso y tanta pasión ¿desparramada en la muerte? Con tantas vaginas deseando ser brutalmente amadas y penetradas, no entiendo porque hay tantos hombres que aún prefieren utilizar su fuerza penetrativa, para romper el cuerpo de otro hombre. La guerra son palabras mayores y supongo que logos le queda pequeña.
Tal vez sea bueno que me detenga, ya no tengo más nada que decir.
Pero debo confesar que por los momentos seguiré creyéndome buda: siento que es necesario librar la batalla contra el aire de la mente, solo para que la cosa no se vuelva un asunto mortalmente físico. Quiero morir, por supuesto que quiero morir, es totalmente necesario morir, pero haciendo el amor, no haciendo la guerra. Esperanzada ansió tu alquimia ¡Oh gran Dios Ares! Hay mucho que explorar en el delgado límite entre el amor y la guerra. Los titanes son quienes han dibujado groseramente este límite, pero no olvidemos que estamos aquí para redibujar la historia. Te amamos Ares, y espero que la fuerza de nuestro amor en algún momento reoriente tu fuerza divina hacia la oscuridad de la muerte que se produce cuando se hace el amor. Detesto la brutalidad de aquel que solo se atreve a impulsarse.
Gracias sexy Ares.
Desde el siglo XXI, tu ingenua admiradora Inés Mago.

viernes, 23 de junio de 2017

Feliz de estar triste.

Me siento feliz de estar un poco triste, así, sutil y suavemente triste. Es como si estuviese felizmente muerta. Ligera con un vestido de seda. Sonrío. Creo que hasta me estoy amando en este momento. No reniego de mi gusto por la nostalgia, por las fotos en blanco y negro, por los poemas de Hanni y Lihn, no reniego de mis ganas de llorar por las mañanas y mucho menos de mi gusto por, Philip Glass, Radiohead o Yann Tiersen. Al mismo tiempo celebro el recordarme bailando música africana desnuda en casa, bebiendo sola, riendo y llorando, brindando conmigo misma ante el espejo. Estoy completa, con todos mis grises y todas mis fluorescencias escarchadas y chillonas. Siento que mi corazón es amarillo pollito y que mis ojos son melancólicos, pero no hay contradicción. Simplemente estoy completa.
Creo que esta noche me temo mucho menos. No hay problema en ser quien soy, no hay problema en representar ese “camino que no quisiste recorrer”, ni tu, ni tu, ni tu. No importa. Hoy no importa. No importa ser ese lugar por donde no quieres pasar, no importa, yo estoy inherentemente habitada y transitada por mí misma. Soy inevitablemente mi transeúnte. Este, mi paso, siempre estará lleno de mí. De mí, y mis inevitables infinitas presencias. Siento que en este momento al reconocerme “feliz de estar un poco triste”, estoy haciendo mi sueño realidad: recorro dos caminos al mismo tiempo. No me encuentro negando algo para afirmar a un solo tipo de ser. Me reconozco simultánea, auto-paralelica.  Recorro mi felicidad y mi tristeza, las dos, al mismo tiempo y con gusto. Estoy fascinada y asombrada. Tan asombrada como Tales cuando aquella noche que se cayó en un hueco por andar viendo las estrellas, maravillado de que nos estuviese pasando todo esto de existir. Las letras me están fluyendo y eso es buena señal, estoy destapada, no me siento taponada. Estoy diciendo lo que tengo que decir, y la hoja en blanco me recibe sin el más mínimo reparo. Siempre abierta, receptiva, nueva, en blanco, inmaculada, virtualmente inmaculada. Bendita seas modernidad, gracias por esta blancura en Word, por este espacio vacío, realmente vacío. Me siento hasta enamorada, creo esta canción de Radiohead “Man of war” hace que mi cara se ponga muy bonita.  Qué bonita me siento echada sobre mi cama con las manos sudadas un viernes por la noche en Mérida, Venezuela, esperando a que mañana sea otro nuevo día de Guerra Civil.Hace Qué bonita me siento echada sobre mi cama, encima de mi cobija roja, con las manos sudadas un viernes por la noche sobria en Mérida, Venezuela, esperando a que mañana sea otro nuevo día de Guerra Civil. Aquí en Venezuela  se está muriendo todo lo que tiene que morir y está viviendo lo que tiene que vivir. Honro a los muertos, honro a los vivos, acepto los hechos. Amo el drama, pero me siento un poco libre de el. Hace 10 años era otra, tenía miedo del amor y de los penes, ahora los amo, los honro y los deseo, es rara la noche en que no deseo uno, desnudo, cerca de mi rozando mi muslo. Que bonito este deseo, mi deseo, nocturno, silencioso, lujurioso, bañado de amor y de tabu
Esta noche, no hay competencia entre mi tristeza y mi felicidad, no hay jerarquía ninguna reina sobre la otra: me siento feliz de estar triste. No hay envidia. Estoy templada. Gracias Arcano 14, que sumado, te me conviertes en 5, gracias por ese 5 que picado por la mitad se me parece a un arcano in-descrito: mitad puta, mitad virgen, mitad sabía, mitad ingenua, mitad joven, mitad vieja, mitad santa, mitad humana: El arcano 2,5.  Ni papisa, ni emperatriz, sino 2,5. Un arcano del tarot que no existe. Una pausa en el tiempo. ¿Cuántos decimales podrían caber entre un arcano y otro? ¿Cuál es la distancia que hay que recorrer para viajar de un misterio a otro? ¿Cómo llegue a ser quien soy hoy? Lo maravilloso del tarot es que viajar a cualquier momento de la historia siempre resulta posible, y no solo posible, sino revelador y maravilloso.









Las cartas están echadas, ahí, boca abajo, reposando después de la barajeada, movimiento-calma-movimiento-calma: elección, todo es posible, y un movimiento sutil de tu mente decide a que quieres ponerle luz. ¿Qué quieres poner en luz? ¿Qué quieres saber?
¿Pero y que pasa con todo el otro montón de cartas que ésta vez no fueron? ¿Qué pasa con las cartas no elegidas? Eres en simultaneo tu elección y también tu no elección. Presencia y ausencia, luz y sombra. La sombra te espera, no la abandones, ve a recogerla y a acariciarla, ella también es digna de amor.
Todas las otras cartas están ahí dormidas, boca abajo, viendo hacia otro lado, viendo tu otro lado, en serenidad. Un arcano no sufre de ansiedades, un arcano sabe que te pertenece, por eso cuando lo alzas, responde siempre con ligereza, y sin hacer resistencia, una carta del tarot físicamente no pesa nada, pero histórica y metafísicamente pesa todos los átomos del universo. Los arcanos llevan encima el peso de todos los astros, no hay más luz “allá” en el sol que aquí, no hat más espacio allá “afuera” que aquí “adentro” en este cuerpo. No subestimo mi poder,  ni el tuyo, reconozco que soy capaz de ordenarme y volverme una constelación brillante, muy brillante. No existe caos que no se encuentre inevitablemente preñado de orden y obviamente viceversa.
Bueno da igual todo lo anterior, lo importante es que logré escribir algunos párrafos y que me reconozco en mí presencia y mis ausencias. Soy mi camino a recorrer y me siento felizmente triste de ser mi propia compañía. No sé hasta dónde caminaré, no sé en qué momento o en que lugar de mi historia vuelva a toparme con otra persona que desee recorrerme, acompañarme. Supongo que tú, el próximo, también ya te encuentras recorriéndote en algún lugar del mundo. Nos veremos cuando aprendamos a viajar en el tiempo y pueda yo a través de un agujero negro llegar a tu historia y tú a la mía. Espero que aprendamos pronto a penetrar el tiempo y el espacio, para así moldear el destino, deseo doblar el espacio-tiempo y encontrarte. Espero que tú también estés felizmente triste en este momento. Te amo.
Desearía tener muchas más noches como esta, pues cuando este tipo de letras me visitan me siento felizmente sola. Gracias amigas por venir, curiosa simbolización llena de misterios infinitos, mar de pequeñas sombras poéticas. Gracias por el aviso de que algo poético aún vive en mi. Me siento dispuesta a morir, no tengo miedo de volver a ser otra. Otro arcano, otra carta, otro mensaje, otro tiempo, otra amante, otra otredad, otra hora, otra lugar, otra que recorrer, otra que amar: otra que no está feliz o triste, sino felizmente triste, reconciliada. Otra.

lunes, 8 de mayo de 2017

Sueño 8 de Mayo y relación con Arquetipo de Hades. (Luna llena en Escorpio)

Hoy desperté a las 3:31 am, tenía ganas de orinar. Mientras estaba en la poceta, intentaba (como siempre) recordar mi sueños, de pronto me dije a mi misma "si no escribes esto ya, se te va a olvidar, no te puedes acostar a dormir. Prende la computadora" y así lo hice. Aquí va el sueño, y luego algunos tips acerca del arquetipo de Hades, al final les comentaré porqué estuve leyendo hoy durante todo el día acerca de Hades.

Sueño madrugada 7 de mayo. 

Hay un hombre mayor, es mi abuelo. Está hablando, está confesando algo, se siente culpable. Asegura ser consciente de haber maltratado a mi abuela con su ausencia en el hogar. Mi abuelo dice que una de sus otras hijas (distinta a las que tuvo con mi abuela) es psicóloga, y ella lo ayudó a ver este hecho. Él lo acepta. Hay un chico joven, fuerte, guapo y alto, observándolo, es mi primo, él se siente muy molesto. Yo estoy al lado, intento ser compasiva con mi abuelo.

De pronto el escenario cambió, estoy con una mujer, morena alta, tiene acento brasilero, es muy bonita, tiene cabello largo, y unos labios carnosos, es D, la chica que conocí hace 4 años en el primer círculo de mujeres al que asistí. Recuerdo que ella lloró muchísimo contando su experiencia. Fue abusada sexualmente cuando tenía 6 años, creo, si mal no recuerdo. De pronto vi que ella estaba en medio de una constelación familiar, yo la había ayudado a llegar hasta ahí. Recuerdo que había una sensación de extrañeza de la gente, que estaba alrededor, la mayoría no sabía que era una constelación familiar.

De pronto nuevamente el escenario cambio, veo a un chico y una chica, ambos son muy guapos, puedo reconocerlos son V y F. Ellos comienzan a hablarme, me hablan de cómo fue la ruptura de ellos. Ellos tenían unos 2 años de relación de pareja, se fueron del país junto hace unos 9 meses. V tiene ancestros Europeos, se fue en busca de arreglar sus papeles allá en el viejo continente. De pronto V, se cambió el nombre, ahora su nombre comenzaba por M. Seguía siendo igual de guapo, lo único que había cambiado era su nombre. De pronto el comenzó a coquetear conmigo, yo sentía la química entre nosotros, sin embargo algo no me cuadraba del todo. Me costaba creer que ese hombre tan precioso pudiese estar enamorado de mí. Al poco tiempo F comenzó a alejarse de nosotros, pero ella no lucía molesta ni celosa. Y de repente apareció mi mamá, ella fue capaz de ver en el brazo de V, un tatuaje, este decía algo así como “la muerte es victoria”. V me dijo que lo había escrito el presidente de una nación, yo pensaba que era el de china, luego me aclaró que era el de Croacia. El tatuaje estaba escrito con un tipo de letra desconocida para mí.

Después de ese episodio, V se levantó del sitio en donde estaba sentando hablando y coqueteando conmigo, yo pensé que iba en búsqueda de F, pero de pronto mientras V iba caminando alejándose de mí a apreció J, mi amigo del colegio, el grandulón J, es un chico muy fuerte y fornido, cuando llego a mi colegio llegó con una cicatriz en la frente porque le habían metido un batazo en la cabeza. Lo habían expulsado de otro colegio, él es un chico de familia alemana, tiene un apellido bastante difícil de pronunciar. Él sabe pelear, de pronto arremetió contra V. Mi amigo J estaba muy molesto, estaba furioso, yo me asusté mucho, y fui corriendo hasta donde estaban ellos inmersos en plena riña. Cuando yo llegué ya J le había roto una muñeca a V. De repente J comenzó a alejarse y otras mujeres y yo comenzamos a proteger a V, pero nos sentíamos considerablemente más débiles que J.


A todas estas F, había desaparecido. En el sueño yo me preguntaba por qué J había arremetido contra V, me parecía factible que F y J, tuviesen algún tipo de vínculo. J parecía el hermano de alguien pero no sé si representaba al hermano de F o  a mi hermano. Recuerdo que en algún momento de todos estos sucesos, apareció el padre de V, él era un tipo despreciable, gordo, parecía un mercenario, sin embargo no estaba del todo mal vestido. Actuó de forma muy seca con V, y luego me miró a mí, acarició mi barbilla de forma coqueta pero al mismo tiempo si yo fuese una especie de mercancía u objeto de su hijo. Yo tenía miedo de no agradarle a ese señor.